La sabiduría nos persigue, pero nosotros corremos más rápido.

(Inscripción de un autor anónimo en una de las murallas de la ciudad)

Porqué escoger esta frase y no otra de las miles de frases célebres que existen y de personalidades que han marcado la historia del pensamiento como puede ser Sócrates, Quevedo, Rousseau, Sartre entre otros muchos que me vienen a la mente…Pues bien, porque la sabiduría puede residir entre cualquiera de nosotros a condición que nos abramos hacía ella por muy incomoda que sea, por muy impertinente a veces o por muy orgullosa, pero siempre tan imprescindible y tan difícil de alcanzar y de seducir…

Voy a intentar no correr tan rápido, coger el paso de la sabiduría y andar al lado o al menos pedirle el permiso de hacerlo. Por ello empezare a compartir mis pensamientos respaldada por el autor anónimo…

sábado, 5 de febrero de 2011

Conversaciones con Mikhail

Mikhail es un barrendero. Es ruso. Le conocí por casualidad, al salir de una tienda de alimentación de Europa de Este, donde últimamente compro productos lácteos, encurtidos que vienen de Rusia, Ucrania… en fin, pequeños e inocentes caprichos que me hacen recordar mi infancia y adolescencia. Me preguntó sin ningún falso pudor si hablaba ruso y al contestarle en el idioma de Dostoievski, Tolstoi, Nabokov y otros tantos genios del ruso, pasamos a tener una conversación sobre lo divino y lo humano… La parte humana no salió muy bien parada, la verdad. Coincidimos que hoy en día cada vez menos se da importancia al respeto, al buen trabajo, a la honestidad y cada vez más se intenta esquivar, trabajar sin esfuerzos pero con grandes pretensiones, y con la corruptela por medio. Coincidimos también que los políticos son una clase que vive en un mundo aparte, que en realidad no representa al pueblo y que no existe ningún paraíso de bienestar que, en su día, ingenuos de nosotros, creíamos encontrar…

Hicimos un análisis en profundidad entre Alemania y España, ya que Mikhail ha trabajado en Alemania y desde luego se siente más identificado con el rigor alemán y el respeto a las normas que con una cierta dejadez que se ve por aquí. También coincidimos en que los alemanes son un pueblo trabajador, que en momentos duros sabe hacer frente a cualquier dificultad, como es el pueblo ruso también. A diferencia de los factores políticos y de régimen que todavía se hacen notar en Rusia.

Mikhail trabaja todos los días de la semana, sin descanso, sin vacaciones, tiene hijos y quiere darles lo mejor. Y lo mejor para él es la educación y el respeto. Es tan cercano a mi… al hablar con el hombre en ruso, me dí cuenta de que a pesar de estar años fuera de mi casa, de mi país, existen valores que no han sido cambiados ni atrofiados y que los sigo manteniendo, creyendo en los mismos con toda mi convicción. Valores como el trabajo bien hecho, el respecto, valores de la fe. Mikhail es ortodoxo cristiano como yo. También hablamos de nuestra fe y lo mucho que nos une y lo mucho que nos moldea nuestra fe. Un ortodoxo no tira pan en la calle, me decía Mikhail, y luego no va diciendo que hay mucha hambre por el mundo y a ver cómo podemos ayudar. Una visión simplista, dirá algún progre, no, una visión humanista, de humano, de cristiano.

No sabe Mikhail que tan solo horas después de que la Eurocámara se negara a condenar los ataques contra cristianos en países islámicos, a instancias entre otros del grupo socialista español, radicales islámicos quemaron cruces en Pakistán, quemaron lo que para él, para mí y para muchos millones significa un signo de humanidad. Signo de humanidad que nos ha permitido desarrollar nuestro pensamiento, nuestras libertades, nuestra lucha por una vida mejor, que nos ha permitido tener cultura, educación, valores de respeto hacia el prójimo sin poner distinción de ningún tipo (existen excepciones, pero son las que confirman la regla). Los que quemaron las cruces desde luego están siglos atrás en su desarrollo y sin embargo se sienten impunes ya que tienen la vía abierta incluso por parte de aquellos que deberían de velar por intereses de Mikhail y de muchos más. Diréis, bueno, Mikhail es ruso y la Eurocámara no tiene porque escuchar a los que no están en la Unión Europea. Bien, ¿pero acaso escuchan a la mayoría de la población de los países que sí están en la Unión? Permítanme dudar…

No se puede complacer a un ser que está en una etapa más baja en cuanto a su desarrollo evolutivo cultural, sino intentar hacerle subir un peldaño más en su evolución. Ni tampoco se puede pretender mostrar “su buena tolerancia” a la chusma que ni tolera ni quiere que la toleren, sencillamente porque no sabe qué es tolerar. Por tanto, no se puede pretender hablar el mismo lenguaje sino adoptar otro. Pero parece ser que los señores/as de Eurocámara están más preocupados a calmar y complacer a la bestia que a darle cara. Y no son concientes de que la bestia no se calma, la bestia crece si no le pones un fin, el que sea, pero desde luego no de indulgencia.

Estamos viendo los movimientos populares en Túnez, en Egipto… Si realmente van a llevar a la democratización de estos países y del mundo arabo-musulmán, seré la primera en alegrarme. Pero tengo dudas, porque también la revolución en Irán iba a liberar al pueblo de un dictador, de un régimen. ¿Y donde están ahora? Nos olvidamos de “Hermanos Musulmanes” en Egipto, que pueden aprovechar el momento, hablar con el pueblo en su lenguaje, darles promesas de pan fácil y de seguridad extrema y una vez en el poder… no quiero ni imaginarlo. Así que más valdría que los señores/as de Eurocámara intentaran pronunciarse firmemente por y a favor de las corrientes liberales y democráticas en estos países que de negar a condenar los ataques contra los cristianos en el mundo islámico. Porque los cristianos en el mundo arabo-musulmán forman parte de la corriente democrática, porque lo llevan en su fe, en su humanidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario